Juanda-No me la deje ahí Boricua

Mamá, ¿dónde están los juguetes? Mamá, el niño Dios no los trajo...

4/18/2005

Pueblos que no deberían existir

Hoy confundí a Ipiales con Leticia. No me averguenzó. Me hubiera dado vergüenza si hubiera confundido a Nueva York con Chicago, o algo así. Me hubiera sentido un ignorante. Pero ante el regaño de un amigo que me increpó por mi error geográfico, saqué pecho y dije: “Ipiales y Leticia, la misma mierda”.
Ahora pienso en que tengo mucha razón y recuerdo ese momento en Dogville, la película de Lars Von Trier, en la que Grace (Nicole Kidman) habla con su padre acerca del infierno de pueblo en el que la hija vivió. La conclusión a la que llegaron fue muy clara: “hay sitios que no deberían existir”.

Digo esa frase y pienso en tanto pueblito de Colombia que por las maravillas de la organización administrativa del Estado, se llama municipio. ¿Municipio de qué? ¿Del infierno tal vez? ¿O del limbo mejor? ¿A quién carajos en el mundo le puede interesar Puerto Valdivia? ¿Qué programa bueno hay para hacer en Sutamarchán? Si uno en una ciudad grande se aburre, cómo será el desparche en Mesitas del Colegio (¡Mesitas del Colegio!). Puede que la vida de campo sea muy buena, pero no en un pueblo. Me explico: en una finca sí, con verde alrededor sí, con vaquitas y árboles de mango, sí. Pero no en un pueblo, no en el llamado casco urbano o la cabecera municipal, donde habría que soportar a un montón de peje lagartos, como los alcaldillos tinterillos que Fernando Vallejo describe como “aprovechadores públicos que se reparten y parrandean los puestos. Se los pasan de padres a hijos, de amigos a amigos, de compinches a hermanos”. Esos que se visten con cachacos color morado, de saco cruzado con botón dorado, camisa casi chalizuda y mocasines color miel. Y que no se nos olvide el paramilitar sentado en la esquina de la fuente de soda, jartando trago y mirando nenas. Mientras tanto, todos los habitantes esperan ansiosamente la semana de fiesta para honrar a la papaya, el mango, el chontaduro, las nubes, el pepino cohombro, el burro, la hormiga culona, la mazorca desgranada o cualquier símbolo que el tinterillo de turno hubiese decretado con el poder que le confiere el Estado, sin medir las consecuencias de lo que será su comportamiento durante el jolglorio: ahogarse en las mieles de Baco y esperar un machetazo ni el berraco que no va a sentir porque pues embriagado da lo mismo el totazo con el filo o el plan de la cuchilla.
No conozco Ipiales ni Leticia, pero no me provoca ir a ninguno de los dos. Puede que no sean como estos pueblos, pero hoy quería renegar de sitios así, y les tocó aguantar la diatriba. Eso es lo que pasa cuando uno nace y tiene cédula de ciudad grande.


5 Comments:

  • At 8:11 a. m., Blogger Astronautaperdido said…

    Como siempre, me cagué de la risa con tus vainas, con todo ese montón de verdades que dijiste: a nadie le importan Ipiales, Tumaco, Pueblo Perdido, Uribia y así otros 990 "municipios" más (perdidos en la geografía, sólo existentes en algunos mapas viejos y en la memoria de García Márquez, quien jamás se dió cuenta de que existen las ciudades), la vida de campo es buena, la vida de pueblo es inmunda, confundir Nueva York con Chicago si es penoso, confundir MEsitas del Colegio con Sutamarchán es perfectamente viable. LO DE LOS PEJELAGARTOS, JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, las fiestas de la papaya y del mamoncillo!!!!!!! JAJAJAJAJAJAJAJA

    Totalmente de acuerdo.

     
  • At 9:35 a. m., Blogger sicoactiva said…

    Hombre, me hiciste acordar de un profesor de historia del arte que fumaba mucha marihuana y tenía una finca en "Mexitas del Colegio".

     
  • At 2:38 p. m., Blogger Astronautaperdido said…

    JJJJJJJJJJJJJJJJUUUUUUUUUUUUUUUUAAA
    JJJJJJJJJJJJJJJJUUUUUUUUUUUUUUUUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
    JJJJJJJJJJJJJJJJUUUUUUUUUUUUUUUUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
    AAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
    JJJJJJJJJJJJJJJJUUUUUUUUUUUUUUUUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

    QUE GENIALIDAD!!!!!!!!!

     
  • At 3:41 p. m., Blogger osgeolabUD said…

    Este comentario ha sido eliminado por el autor.

     
  • At 11:39 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Bogotá es una Puetropolis...un pueblo grande, gélido y peligroso..que si uno hubiera nacido en Berlín, hubiera querido que esa maldita ciudad de changua y aguamaza, no hubiera existido nunca.

     

Publicar un comentario

<< Home